¿Qué pasa con la fibra óptica cuando se moja?
La fibra óptica es un medio de transmisión de datos que utiliza la luz como portadora de la información. Su principal ventaja es que ofrece una gran velocidad y capacidad de transmisión, además de ser inmune a las interferencias electromagnéticas. Sin embargo, la fibra óptica también tiene sus vulnerabilidades, y una de ellas es el agua y la humedad.
El agua y la humedad pueden afectar a la fibra óptica de varias formas, dependiendo de cómo y dónde se produzca el contacto. En este artículo, vamos a explicar los principales efectos del agua sobre la fibra óptica y cómo se pueden prevenir o solucionar los problemas que ocasiona.
Efectos del agua sobre la fibra óptica
El agua puede dañar la fibra óptica de dos formas principales: por absorción y por hidrólisis.
La absorción consiste en que el agua penetra en el núcleo de la fibra óptica y absorbe parte de la luz que viaja por él. Esto provoca una pérdida de potencia y calidad de la señal, que se traduce en una disminución del ancho de banda y del alcance de la transmisión. La absorción es más notable en las longitudes de onda más largas, como las que se usan en las redes de telecomunicaciones.
La hidrólisis es un proceso químico en el que el agua reacciona con el material de la fibra óptica y lo deteriora. Esto puede provocar la formación de microfisuras o burbujas en el núcleo o el revestimiento de la fibra, que alteran las propiedades ópticas y mecánicas del medio. La hidrólisis puede causar una pérdida permanente de la transmisión o incluso la rotura de la fibra.
Factores que influyen en el daño por agua
El grado de daño que el agua puede causar a la fibra óptica depende de varios factores, como:
– La cantidad y calidad del agua: cuanta más agua haya en contacto con la fibra, mayor será el riesgo de absorción o hidrólisis. Además, el agua puede contener impurezas o sustancias químicas que pueden aumentar el efecto corrosivo sobre la fibra.
– El tiempo de exposición: cuanto más tiempo esté la fibra en contacto con el agua, mayor será el daño que sufrirá. El daño por absorción suele ser reversible si se seca la fibra, pero el daño por hidrólisis suele ser irreversible y progresivo.
– La temperatura: cuanto más alta sea la temperatura, mayor será la velocidad de las reacciones químicas y físicas que afectan a la fibra. El calor también puede favorecer la evaporación del agua y la formación de vapor, que puede generar presión dentro de la fibra y provocar su ruptura.
– El tipo y estado de la fibra: no todas las fibras ópticas son iguales ni tienen la misma resistencia al agua. Algunas fibras tienen un recubrimiento especial que las protege del agua, mientras que otras son más sensibles. También influye el estado de conservación de la fibra, ya que una fibra vieja o dañada será más vulnerable al agua.
Cómo prevenir y solucionar los problemas por agua
La mejor forma de evitar los problemas por agua en la fibra óptica es prevenir que el agua entre en contacto con ella. Para ello, se deben seguir unas buenas prácticas de instalación y mantenimiento, como:
– Usar materiales adecuados para proteger la fibra óptica del ambiente externo, como tubos, cajas o empalmes impermeables.
– Sellar correctamente las juntas y conexiones entre los elementos de la red para evitar fugas o filtraciones.
– Evitar instalar la fibra óptica en zonas propensas a inundaciones, humedad o condensación.
– Realizar inspecciones periódicas para detectar posibles daños o anomalías en la red.
– Reparar o reemplazar las fibras dañadas lo antes posible para evitar que el problema se agrave.
Si el agua ya ha entrado en contacto con la fibra óptica, se deben tomar medidas para solucionar el problema lo antes posible. Algunas posibles soluciones son:
– Secar la fibra óptica con aire comprimido si el daño es leve y por absorción.
– Cortar y empalmar la fibra óptica en el punto donde se ha producido el daño, si el daño es moderado y localizado.
– Reemplazar la fibra óptica por una nueva, si el daño es grave o generalizado.
La fibra óptica es un medio de transmisión de datos muy eficiente y avanzado, pero también tiene sus debilidades. El agua es uno de los principales enemigos de la fibra óptica, ya que puede causar pérdidas o roturas en la transmisión. Por eso, es importante proteger la fibra óptica del agua y actuar rápidamente si se produce algún problema.
Productos de máxima calidad y estancos
Los productos de fibra óptica comercializados por KeyFibre están especialmente diseñados y fabricados para soportar entornos húmedos y con presencia de agua.
Utilizamos exclusivamente componentes y cables seleccionados por su resistencia comprobada a la humedad y capacidad de sellado hermético.
Por ejemplo, en nuestros cables de fibra óptica que fabricamos utilizamos compuestos como el gel o cinta de bloqueo de agua de sellado que protegen a la fibra frente a la filtración de agua incluso en ambientes muy adversos.
Del mismo modo, los empalmes y cajas de conexión que comercializamos están fabricados con carcasas estancas de policarbonato, acero inoxidable o aleaciones de aluminio que mantienen el interior seco en todo momento.
También disponemos de un amplio catálogo de conectores ópticos resistentes al agua como los IP68, diseñados específicamente para soportar inmersión prolongada sin comprometer la transmisión.
Keyfibre, fibra robusta y resistente
En definitiva, la máxima calidad y resistencia al agua y la humedad de todos nuestros productos están garantizadas. Puede confiar plenamente en la robustez de las soluciones de fibra óptica KeyFibre para implementar redes ópticas fiables en cualquier entorno.